Nueva York se sacude con un inusual temblor de 4.8

- Según los reportes este sismo es el más fuerte registrado en 40 años en la ciudad estadounidense

En la mañana, un sismo de magnitud 4.8 sacudió Nueva York y sus alrededores, marcando uno de los movimientos telúricos más intensos en la zona en las últimas cuatro décadas.

El temblor, que tuvo su epicentro cerca de Lebanon, Nueva Jersey, a unos 64 kilómetros al oeste de la ciudad de Nueva York, se sintió en varias ciudades importantes como Boston, Filadelfia y Nueva York, según informes del Servicio Geológico de EE.UU.

Aunque inicialmente no se reportaron consecuencias graves ni daños significativos, la intensidad del sismo tomó por sorpresa a los residentes y visitantes de la región, acostumbrados a lidiar con climas extremos pero no tanto con movimientos de las placas tectónicas.

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, aseguró que los socorristas están trabajando para garantizar la seguridad de la ciudad y hasta el momento no se han reportado impactos ni lesiones importantes. No obstante, se están realizando inspecciones de infraestructura crítica para evaluar posibles daños.

"Animo a todos los neoyorquinos a que se ocupen de sus seres queridos y, si sienten una réplica, se arrojen al suelo, se cubran la cabeza y el cuello y se cubran debajo de un mueble sólido, junto a una pared interior o en un puerta", expresó el alcalde Adams.

El temblor, que se sintió durante 15 a 20 segundos, generó diferentes reacciones entre los residentes. Desde Somerset, Nueva Jersey, Sally Osman describió la experiencia como "bastante intensa" y "eterna", mientras que desde Brooklyn, Brandon Livesay de la BBC mencionó que su apartamento tembló como si fuera impactado por un tren de carga.

La actividad sísmica también afectó el funcionamiento de los aeropuertos de la región. Aeropuertos como el John F. Kennedy y Newark en Nueva Jersey suspendieron sus operaciones temporalmente, generando retrasos en La Guardia de Nueva York. S

El temblor, aunque inusual para la región, no dejó daños mayores, pero sirve como recordatorio de la necesidad de estar preparados ante eventos naturales imprevistos.