La debacle del Mochilas.

Columna por César Langarica Santana. La decisión de no darle la candidatura no fue el cumulo de actos de corrupción que despide a su paso, lo que al final dio su tiro de gracia fue su gran cantidad de negativos, en todas las encuestas realizadas se ponen calificativos como corrupto, asesino, mentiroso, entre otros que al final la sociedad en Puerto Vallarta ha juzgado y emite sentencia sobre el que consideran el peor presidente de toda la historia en Puerto Vallarta. Sin duda que muchos políticos a su paso han desgatado su imagen al gobernar, muchos de esos calificativos en general fueron ganados por sus malos actos en el gobierno, por ello no sorprende que al hoy mochilas se le acuse de tantos, pero sin duda algo que la gente le señala con mucho rencor es la desaparición de Beto, parece que la gente no espera a que la autoridad determine quien fue el responsable, para Puerto Vallarta existe ya un culpable. Durante las semanas previas a que se filtrara la decisión de Alfaro de nombrar a un candidato el escenario era sin duda de mucha tensión, lo que vino a dar un toque de humor fue el registro de “Peri” Cuevas, aun así los días en los que no se daba a conocer dieron un aire de que perdían el control de su partido aún sin siquiera tenerlo, la realidad es que aún cuando ya se han tomado decisiones la realidad es que falta ver como reacciona Mochilas. Se habla de muchas negociaciones en torno a que Mochilas accedería a una candidatura a la diputación federal, se sabe que ellos mismos han corrido el rumor de que su mujer iría en la planilla de Movimiento Ciudadano, aunque el rumor más fuerte es que Mochilas promovió un amparo que le permita ser candidato por otro partido, al no tener todavía dicho documento, decidió de momento no hacer ningún movimiento hasta que pueda ser una realidad. El caso de Juan José Cuevas es de un análisis profundo, se fue del PAN donde era el jerarca, hoy se queja de que en el M.C. no le toman ni la llamada, empezando por el dueño de ese partido Enrique Alfaro y continuando con los que dicen ser los dirigentes, su caso como el de muchos otros es de risa, se venden por mucho más de lo que valen y cuando conocen su exacto valor los dejan ahí en un rincón donde la gente los ve tal como son. Para el final de la novela faltan mucho, no sabemos como reaccionara Mochilas y “El Peri” en una de esas terminan juntos y tragándose todo el odio que dicen tenerse y después de decirse todo lo malo que se le puede desear al peor enemigo, dios los hace y ellos se juntan.