Elecciones el PRI.

Columna por César Langarica Santana Cuando el PRI decidió abrir las elecciones de su partido a los ciudadanos, tuvo serios problemas para evitar que otros partidos acudieran a votar interviniendo en los resultados, difícil olvidar en la elección interna donde se eligió a Luis Reyes Brambila y el hijo de Chema Ibarria entraba a las oficinas con una urna llena de bolillos acusando a los panistas de votar en el proceso para tener al candidato que según ellos era el más débil. En la historia presente vemos como la esposa del propio presidente Arturo Dávalos, tiene el descaro de acudir a los procesos del PAN cuando su partido es hoy el que los llevo al poder, pero la dignidad no es algo que se les dé, así cuando se convirtieron en traidores de su partido ya no tenían moral alguna, ni dignidad, son y lo saben lo más asqueroso de la política que nadie quiere en este país. Por eso ya sin nada que perder es peligroso dejarlos intervenir en los procesos en otros partidos, estos han comenzado han decidido dejarlos sólo a sus militantes, que nadie decida en sus partidos excepto ellos mismos, es decir, la historia revela que no se puede confiar en los panistas y ahora del partido Movimiento Ciudadano sencillamente. En este momento podemos ver como el hijo de Pina Ibarria busca el control del PAN y que no hay panistas valientes que los enfrente cara a cara y evite que el partido Movimiento Ciudadano los controle, les falta valor y prefieren la sumisión antes que defender hasta con los dientes la poca dignidad que les queda. Así el PRI decidió que sea su máximo órgano donde se decida su dirigencia, bastaron dos sopas para que una sola formula saliera, debe uno reconocer que los priistas están listos para armarse ante la nueva dirigencia, se armaran en torno a la figura de Iván Bravo cuyo mayor Loza es su hermano Javier, don Rafael Yerena ha tejido una estructura que le permite tomar decisiones pero no ha logrado ganar una en los últimos años. Por eso don Rafa no se juega su capacidad de decidir, se juega el que lo vean como el hombre fuerte y que sus decisiones hagan ganar las elecciones o se ha convertido en el que más derrotas acumulara para la historia, nadie se quiere llevar a la tumba esos recuerdos grabados en cada amigo o familiar, por eso él más que nadie quiere ganar, tiene que poner sus mejores canicas a jugar y que estas demuestren que saben y pueden ser factor de triunfo. Por eso Iván logra sumar todos los esfuerzos para dejar atrás la derrota de la elección pasada y está en su mejor momento para el PRI y puede canalizar su capital político para ser el perfil que lleve a rescatar a Vallarta de una banda que ha demostrado que no puede con temas tan sencillos como recoger basura o evitar que las patrullas sean repartidoras de pasteles en lugar de detener delincuentes. "