El entierro de pueblo

[vc_row][vc_column width="1/2"][vc_custom_heading text="El entierro de pueblo." font_container="tag:h2|text_align:left|color:%23772309" google_fonts="font_family:Arimo%3Aregular%2Citalic%2C700%2C700italic|font_style:700%20bold%20regular%3A700%3Anormal"][vc_custom_heading text="Llevan a sus muertos oliendo a anís como en un cuento. La tristeza de cuando muere uno en un pueblo es mas real, mas de vivos, la preparación para recibir al cuerpo es mucho mas fácil de tocar y de sentir, puedes imaginar si no lo conoces como era vivo, la gente comenta sus anécdotas de manera casi tan real que te lo pasan en una película y tu mente juega y reproduce esa cinta en ratitos hasta que llega el difunto. Para ese entonces ya arden en las hornillas grandes ollas con canela, café y gran variedad de comidas con sabores a leña y un ligero olor a ocote, es interminable la cantidad de rosarios, cantos, todos piden por el recién fallecido y su alma vaya directa a su creador y sea tratada con benevolencia y amor. " font_container="tag:p|text_align:left|color:%23353535" google_fonts="font_family:Arimo%3Aregular%2Citalic%2C700%2C700italic|font_style:400%20regular%3A400%3Anormal"][vc_gallery type="flexslider_fade" interval="3" images="2734,2742" onclick="link_image" custom_links_target="_self" img_size="500x300"][/vc_column][vc_column width="1/2"][vc_gallery type="flexslider_fade" interval="3" images="2743,2744" onclick="link_image" custom_links_target="_self" img_size="500x300"][vc_custom_heading text="Al abrir los primeros rayos del sol siguen de pie afuera, algunos que a pesar del cansancio, la lluvia y los dos o tres tragos de canela con tequila siguen firmes y aguardando la tan esperaba procesión, el camino esta cubierto de anís que al paso nos impregna de ese suave y rico aroma haciendo mas dulce el recorrido a la misa donde se cubre de agua bendita el ataúd y familiares y amigos rinden guardia por ultima vez a quien fue en vida un ser muy querido. Terminar en el panteón desgarra a cualquiera, se siente en el ambiente que una vez que el enterrador que además seguro fue su amigo lo deja seguro de que de ahí no volverá a salir su cuerpo entero, y así lapida tras lapida pesada viene las paladas y no falta el orador que detalla lo feliz que va su cuerpo buscando a su creador a descansar de esa gloria que todos deseamos aunque pocos crean que existe y todos los cercanos entre sus puños aprietan un puño de tierra que depositan con el amor que sienten por el que nos adelanta. Ve en paz Chava. Por César Langarica" font_container="tag:p|text_align:left|color:%23353535" google_fonts="font_family:Arimo%3Aregular%2Citalic%2C700%2C700italic|font_style:400%20regular%3A400%3Anormal"][/vc_column][/vc_row]