Agradecimiento para el santo de las causas desesperadas o perdidas

El Templo de San Hipólito es uno de los sitios religiosos más importantes después de la Basílica de Guadalupe y la Catedral Metropolitana, lugar de la peregrinación de sus fieles cada 28 de octubre

Tras casi dos años con el festejo con la puerta cerrada feligreses a San Judas Tadeo llegaron desde la madrugada a la iglesia de San Hipólito y San Casiano, ubicada en avenida Hidalgo y Paseo de la Reforma, al santo de las cusas desesperadas o perdidas; se le piden milagros y se le pagan mandas, ofrendas, rosarios, comida para los visitantes.
Este año el agradecimiento sin duda es “sobrevivir la pandemia”, los fieles llegan en automóviles, transporte público, bicicleta o caminando, con imágenes de diferentes tamaños y materiales, repletas de flores, algunas personas ataviadas con el vestido verde y blanco del patrono.
El año pasado no pudieron ingresar al templo, por la emergencia sanitaria, recordemos que cada 28 de octubre, es el festejo real, este año entre la imposibilidad de respetar la sana distancia, pocos cubrebocas, gel y tapetes sanitizantes, además no pueden permanecer más de 10 minutos en el templo.
Como dato curioso, el inmueble se usó como cuartel militar en 1843, durante el mandato de Antonio López de Santa Anna, poco después, en 1847, se fundó ahí mismo el Hospital Militar de Instrucción y para 1850 dio paso al Hospital Municipal, para posteriormente ser sede de la Escuela de Medicina.
Hoy custodiado por un operativo donde participarán 250 policías, 16 patrullas, seis motos patrullas, dos grúas, y un helicóptero Cóndor para llevar a cabo acciones preventivas y salvaguardar a los feligreses que se darán cita en el templo ubicado en la calle Zarco de la colonia Guerrero, en la alcaldía Cuauhtémoc.