Ojetes.

Se necesitaron miles de comentarios y cuatro días de suplicas de la gente de las zonas devastadas para que aparecieran el Gobernador y los diputados, algunos solo para ir de paseo y con las manos vacías, otros como Bruno Blancas ni para eso, son lo se que llama escoria de políticos, no solo no previeron este desastre, los vieron cómodamente desde su televisor, sin mojarse los pies y con la sonrisa que caracteriza a Alfaro, soberbió, viene a algunas comunidades un solo día, como si con su presencia les hiciera un favor, así es y siempre ha sido y no tendría porque cambiar ya es Gobernador y difícilmente será otra cosa pero los diputados quieren ser presidentes y allá en dicha zona no están los votos que quieren para ganar Puerto Vallarta.

Las comparaciones no siempre son malas, con Aristóteles como Gobernador estuvo antes, durante y después de las tragedias, en Mascota con Patricia de inmediato llegaron maquinarias, ejercito, alimentos, y enceres para reponer lo que se había perdido, desde lavadoras, estufas refrigeradores y cosas necesarias para que una casa pueda normalizar sus funciones básicas de tener comida, hay que recordar que la gente apenas alcanzó a salir, sin ropa, sin comida, solo con lo que traía puesto, por eso el olvido de los gobiernos duele.

Algunos se justifican diciendo que tendrían que poner de lo que ganan. ¿Pues de donde creen que esta donando la gente? Los que ganan poco son los que están ayudando y donan más, apoyan, más, dan de su corazón y esperan que el gobierno que actúa tarde de menos este ahí en los momentos difíciles y no cuando requieran el voto, me gustaría ver con que cara regresan algunos cuando no queden de presidentes y volteen al distrito queriendo ser diputados nuevamente.

De verdad algunos creen que es posible decir que están con ellos cuando ni siquiera van a ver como esta la gente de aquellos lugares, y no fue pregunta, me gustaría verlos en campaña sentados en su escritorio pidiendo votos, así como le ponen ganas a ganar así deben ser cuando ya ganaron, ir a sufrir con los que votaron por ustedes, por la gente que dicen que les importa, aunque sea a tomarse la foto.

Los políticos de hoy son buenos para el pretexto, malos para trabajar, tacaños en exceso y no pueden poner unas despensas de su sueldo seguro los deja pobres y no se pueden darse ese castigo de dejar de tener alimentos básicos como hoy no los tienen en cerca de 40 comunidades, en las noches no solo se vana dormir sin algo de cenar, sin energía eléctrica. Ojetes es lo que son algunos políticos y quienes los defienden son peores.

Columna por César Langarica Santana.