No saben perder.

Durante un par de semanas Dulce María Flores y Saúl López eran los seres más amorosos del planeta, miel salía de sus redes sociales, apenas conocieron la derrota y se trasformaron, andan como si les hubieran puesto un cuete en el pie, Saúl primero corrió a su asistente en la regiduría, no le gustó que no votara por Dulce, así que más pronto que tarde la corrió, hace no mucho el propio Saúl había estado gestionando que le dieran a la ex regidora un finiquito por ser regidora hace ya casi 9 años, Saúl no lo negó.

Los caballeros de la política están extintos, ya pierden y se llaman robados, no saben perder, por eso no ganan, son sus propios enemigos, creen que con dos semanas de decir cosas bonitas van a olvidar toda una larga vida de ser la piedra en el riñón, por eso andan por la vida cosechando lo que siembran, así que esta acción del arrebato de correr a su asistente por ejercer su libertad de votar por quien quiere.

Debe saber Saúl que es un delito obligar a alguien más a votar coaccionado, aún en los procesos internos, pero eso es harina de otro costal, lo de hoy es que aquellos políticos que perdían y levantaban la mano del vencedor se acabó, lo de hoy es el berrinche, armas un escándalo y desacreditar al adversario, ser mal perdedor pues.

Hay que tener dignidad o cuando menos tantita madre, menciona la esposa de Saúl que su partido que no la representa cuando su propio marido fue un candidato no sólo designado sin votos, era externo, todavía hasta el día de hoy no puede votar hasta cumplir el tiempo adecuado, se espera una semana larga y de machetes largos para la designación en todos los partidos y si Dulce que tenía nulas posibilidades de ser arma tremendo berrinche los demás podrían ser de antología.

Columna por César Langarica Santana