Los muertos de nadie.

No imagino el dolor de una familia que sufre al saber que hijo se suicida, que un hijo pierda a su padre por las deudas que lo agobian, que los atormenta no encontrar empleo, que el encierro les consume al no poder hacer su vida normal, muchas personas habían encontrado la forma de mantenerse con vida al encontrar alguna actividad que los alejara de las ideas suicidas,  lo cierto es que han aumentado en este mes y cada día que pasa están más cerca de morir por su propia mano que por coronavirus, 

Lo cierto es que hay familias que han sido fragmentadas por los daños colaterales de covid19, este virus acapara toda la atención en estos días y el cáncer, diabetes e hipertensión que las causas de muerte más frecuentes en el país han pasado a un segundo plano, de eliminar estas últimas el sistema de salud quedaría prácticamente salvado, los hospitales lucirían vacíos y tendríamos un sistema de salud de primer mundo y para todos.

Sé que hoy estamos viviendo eras de tecnología, que así como avanzan unas áreas otras han quedado regazadas y deberíamos empezar con diabetes e hipertensión, si con solo eliminar la comida chatarra estaríamos dando un gran paso para ayudar a miles de familias.

Hoy miles de hombres y mujeres viven etapas de soledad en sus casas, sin la oportunidad de superar temas de ansiedad, esquizofrenia o enfermedades mentales que se complican con solo no poder realizar sus actividades a las que estaban acostumbradas, son estas personas que no son infectadas pero que terminan siendo las  que sucumben ante la  misma pandemia como colaterales.

Salvo para las familias, amigos y algunos a quienes conmueven estas muertes no parecen importar a las autoridades,  las empresas que las despidieron pensaron en ellas y su salvación, nadie esta haciendo tareas para que esas personas en soledad que sufren y viven una agonía por seguir con vida, aún cuando en su cabeza ronde tomar una decisión fatal al sentir que no tienen otra opción.

Columna por César Langarica Santana.