Feminismo.

Una mujer muere golpeada con un palo y un machete a manos de su hermano, su hija salva la vida y corre a pedir ayuda, apenas a unas cuadras una mujer había sido asesinada por su pareja dejando tres niños huérfanos no mayores de 8 años, su muerte a golpes dejó casi 21 perforaciones de pulmón con las costillas rotas, salen a las calles a pedir seguridad y encuentran rechazo a las formas en la que la exigen, pero al mismo tiempo en Jalisco una mujer es asesinada todos los días, en hombres la cifra se dispara y eso significa que se trata de un asunto de inseguridad que se le salió de control al Gobernador con esa terquedad de desaparecer las instituciones que ayudaban a dar seguridad a la mujer.

Locos sin control es lo que se ha desatado en una era donde el consumo de drogas y familias con problemas en una sociedad donde la salud mental no es una prioridad, la atención a victimas y la protección de las mismas se ha vuelto engorroso nuevamente, se cerraron los lugares donde la mujer en peligro podría pedir protección en caso de requerirla, al final del día se han incrementado los caso de homicidios en mujeres y eso una realidad.

Todos lamentamos los casos como el de hoy donde una mujer muere a manos de su propio hermano, su hija salvo la vida mientras su madre enfrentaba al agresor, la madre de ambos sufría impotencia al no poder moverse y desde el suelo solo pudo ver la terrible escena, nunca nada volverá a ser igual en esa casa, la joven lesionada quedara con eso en su memoria y sin madre, su abuela quedó en desamparo, a eso se había venido de Estados Unidos la hoy fallecida, a cuidar a su madre.

El triste suceso de los niños que vieron como fue asesinada su madre apenas unos días es algo que no estábamos acostumbrados a ver, un niño fue otra victima hace unos meses y su padrastro salió libre por un tecnicismo, aún cuando el niño tenia huellas de quemaduras y golpes en su cuerpo no pudieron probar que el había sido y anda libre por las calles donde cualquiera puede ser el siguiente.

Si no se atienden los casos de violencia seguirán siendo cifras de asesinados que seguirán creciendo, y personas de carne y hueso, no solo son números, son personas que hoy dejaron su huella en familias que jamás podrán borrar de su memoria estas desgarradoras historias que leemos.

Si la mujer sale a la calle es un acto desesperado, si la mujer en dicho acto realiza actos vandálicos no se justifican pero se entienden, a una gran parte de ellas las aterra regresar a sus casas, viven un calvario de agresiones mentales y físicas, no puedo imaginar que vive una mujer para salir a las calles a exigir o rogar por seguridad, no debemos perder de vista lo que origina estas marchas, ayudar a una mujer en un tiempo difícil nos hace mejor sociedad, vamos ayudando a hacer un mejor lugar donde vivimos todos.

Columna por César Langarica Santana.