El año de Hidalgo

Se sabe de Jaime Cuevas muchas cosas así que se esperaban no muchas pero no que se llevarían hasta las cuentas de las redes oficiales del Municipio, de ellas dependen para informar con certeza y oportunamente a la sociedad de áreas tan sensibles como protección civil, lo que llena de coraje e indignación es ver como entregaron la casa hogar, Ana Berumen no era conocida por historias como está, lo que dejó la arrastrara por siempre, más allá de unos días, en la historia pasaran décadas hasta que la gente pueda olvidar las imágenes del abandono y la falta de amor a los niños al dejar su casa hogar como si hubiera pasado el huracán Jaime Cuevas y sus cuarenta cómplices.

Lujosas camionetas eran usadas por el alcalde Jaime Cuevas y su esposa, ambas camionetas rebasaban el millón de pesos y en contraste tenemos las pésimas condiciones de la casa hogar donde los niños sin padres eran además olvidados de una autoridad que tan sólo por tenerlos en esas condiciones no merecían seguir gobernando, mientras ella estrenaba vestidos en cada evento y contrataban alguien para peinarla, los niños dormían entre la humedad y el olvido de un gobierno que afortunadamente se fue.

En realidad el responsable de la comunicación social en Bahía era Cristian Berumen, por más que se intente defender el apellido Berumen todos los caminos equivocados llevan a esa familia a una deshonra que no deberían pagar los que viven en Bahía de Banderas, si hoy tienen un sismo, un huracán o como sucedió en día pasados las maneras de informar a la población fueron muy pocas y con poca capacidad en las redes de avisar oportunamente, que desgracia de personas que son capaces de llevarse hasta los canales de avisar a la gente en caso de peligro.

Ojalá que Mirtha no tenga la menor duda en presentar denuncias y estas lleguen hasta el fondo para que nadie en el futuro se vuelva a pasar de vivo, que no importa de quien se trate pague y nadie aproveche el año de Hidalgo y dejen algo.