Dulce amargura.

La Ex Regidora luego de vender las últimas decisiones en el pleno del Ayuntamiento por un terreno en la playa del cual pago no más de cuatrocientos mil pesos en pleno centro de Puerto Vallarta, regresa y ahora para ser candidata de aquellos a los que ni siquiera pago sus cuotas como regidora, después de burlarse sus compañeros de partido al fingir que pagaba para ser candidata a diputada regresa por lo que no se llevó.

Pero es a ellos a quienes debe rendir cuentas, los lleva a la derrota una y otra vez, quizás los mismos panistas la mandan a la aventura por creer que no tienen posibilidades de ganar, lo cierto es que Idalia es una auténtica adversaria digna para dar la pelea, la sociedad no esta en espera de una persona que jamás en la vida ha siquiera intentado ayudar a sus semejantes, ni siquiera en plena campaña, entre más personas la conocen menos votarían por ella. 

Trátela un día, revise sus redes sociales, ni por error es propositiva, su rostro es tosco como lo es en la vida, se queja de todo pero si usted esta obligado a pagar su licencia vea como hace unos meses se quejaba hasta de pagarla, pero si observa a detalle ella nos costaba entre prestaciones y salarios un millón de pesos al año, de lo que todos los que vivimos en Vallarta estamos obligados, pero ella seguro es de otro planeta, los que nacimos en la tierra obligados a pagar y sin quejarnos.

Lo cierto es que durante años acusan al PAN de doble moral por personajes que viven del erario y se quejan de pagar o de cumplir con sus obligaciones, los que leen estas líneas y la conocen pueden saber que conocerla es poco grato, muchas de los recuerdos han venido a su memoria en cada letra que la describe, es y lo sabe una segura derrota, si los electores participaran de la contienda interna entre las contendientes sufriría una aplastante derrota, si la mandan a la aventura compartirán la derrota en todo su esplendor y tendremos asiento de primera fila para verlo.

Columna por César Langarica Santana.